Resulta que siempre sí: el dinero sí puede comprar felicidad.
Elizabeth Dunn y Michael Norton son investigadores del comportamiento humano en la Universidad de British Colombia y Harvard, que han dedicado años de investigación a la relación entre el dinero y la felicidad. Sus resultados los resumen en el libro Happy Money: The Science of Smarter Spending, donde nos dicen que el dinero sí puede comprar felicidad, pero sólo si se gasta de acuerdo a 5 principios del gasto inteligente:
1. Compra Experiencias
La investigación de Dunn y Norton en 136 países demuestra que los objetos materiales causan menos satisfacción que las experiencias. Norton dice que las experiencias —como un concierto o unas vacaciones (porque sí, sí te puedes ir de viaje)— son más gratificantes porque las anhelamos con mayor deseo e incluso nos hacen felices antes de vivirlas, como sucede al planificarlas. Además, las experiencias dejan recuerdos que se transforman en anécdotas de vida que nos hacen felices a largo plazo.
2. Compra Tiempo
Antes de tomar tu cartera, toma un momento para preguntarte: ¿Cómo afecta esta compra a la manera en la que uso mi tiempo? Lo que realmente importa para ser felices, es lo que hacemos con los minutos y horas de nuestro día. Un vestido o un par de zapatos increíbles no van a aportar algo significativo a nuestro tiempo, así que lo que debemos hacer con nuestro dinero es invertirlo en actividades que nos den ese sentido, al final del día, de que aprovechamos el tiempo.
3. Haz de tus gustos algo especial
Limitar el acceso a tus cosas favoritas hace que continúes apreciándolas. Si constantemente compras ese helado que te gusta simplemente “porque te alcanza” o “porque tienes dinero” o “porque trabajo para ello” les quitarás su valor y lugar en tu vida. Lo importante es encontrar un equilibrio entre darse un gustito de vez en cuando y dárselo cada vez que sientes que lo mereces
4. Paga ahora, consume después
Este principio está relacionado con la gratificación postergada y básicamente nos dice que seremos más felices si aplazamos la satisfacción de nuestros deseos. Esto es, cuando ahorramos o tenemos que esperar para obtener lo que queremos, desarrollamos un sentido de autocontrol, así al momento de obtenerlo, esta compra se vuelve una recompensa y es mucho más significativa. En cambio, si satisfacemos inmediatamente nuestros deseos, el mundo se vuelve algo tan fácil de adquirir y desechar que pierde sentido y valor. 
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5. Compra para los demás
Gastar nuestro dinero en otras personas nos hace más felices que gastarlo en nosotros mismos. Estas personas pueden ser extraños, familiares o amigos; el secreto detrás de este principio es que somos conscientes de que aportamos a la felicidad de otro y eso nos conecta socialmente: nos hace platicar, intercambiar ideas, emociones, aunque sea por un momento.
“Si compras una gran casa, un carro último modelo y estás en sólo en tu isla privada, no serás feliz porque necesitamos de otras personas para ser felices”.- Michael Norton, investigador.
Happy Money: The Science of Smarter Spending - Investing in Others
"Para ser felices no tenemos que hacer cosas increíbles con nuestro dinero, puedes hacer cosas pequeñas, triviales, y aún así obtener estos beneficios".
¿Qué opinas de estos principios? ¿Crees que si los sigues tu dinero te hará feliz? Déjanos tus comentarios.
