¿Cómo encontrar a tu media naranja financiera?
En el mundo de las relaciones de pareja, encontrar el método adecuado para llevar las finanzas junto a otra persona requiere que tanto tú como tu amorcito estén en la misma sintonía.
¿Dónde está mi media naranja?, ¿será este mi ser amado?, ¿dónde está mi gran amor?, ¿nací para esto?
Son muchas preguntas pero déjame decirte que la naranja no existe, no viene en paquete, tampoco en una solución o fórmula que te indica que la has encontrado. Tu media naranja no existe, solo se construye todos los días.
Si no te preparas para este momento, el amor te puede salir muy caro.
Normalicemos hacer estas preguntas
Es indispensable que platiques con tu amor sobre tus deudas, préstamos, historial crediticio, hábitos de gasto y metas financieras.
Lo recomendable es estar en una relación en la que de verdad te sientas con la libertad de decir lo que piensas y de comentar tus inquietudes, retos, inseguridades, emociones, etc.
¿Cómo manejas actualmente tus finanzas?
Tal vez tu pareja sea “esa persona” que por más que intenta no logra ahorrar, o puede ser la típica persona que gasta todo el tiempo y no tiene consciencia de a dónde se fue todo ese dinero o posiblemente sea alguien que ama tener estricto orden de sus finanzas y organiza todo en meticulosas tablas de Excel.
Dividan sus responsabilidades financieras.
Una forma segura de garantizar una buena relación entre tu dinero y tu pareja dentro de tu relación es compartir las responsabilidades.
¿Cuánto ganas?
No porque seas una persona “interesada” o porque quieras “hacer menos o compararte” a tu pareja. Esta pregunta se hace con el objetivo de llegar a acuerdos.
¿Quién se va a encargar de qué?, ¿Quién paga esto y quién paga esto otro?, ¿Cuál es el monto de tus gastos fijos mensuales?
¿Cuánto debes?
La mayoría de nosotros tenemos deudas pero hay dos tipos de deuda.
Las buenas y las malas; y hay que saber identificarlas.
Mala: Las deudas malas son esas que te preocupan, que se te olvidan, que te cuestan de más y que te hacen perder tu dinero. Son la mayoría de las cosas que compras por impulso, a Meses Sin Intereses y cuando no te queda de otra.
Buena: Una deuda sana no debe pasar del 30% de tus ingresos.
Una deuda buena consiste en pedir dinero prestado con el objetivo de adquirir bienes o realizar inversiones que nos van a reportar un flujo de dinero hacia nuestro bolsillo.
Es decir, la compra de cualquier bien cuyo valor va a aumentar con el paso del tiempo es una deuda buena.
Por ejemplo:
- Las casas de fin de semana (para rentar por Airbnb).
- Las antigüedades (para subastarlas).
- Los vehículos de época (para venderlos por un mayor precio).
- Una hipoteca puede ser una deuda buena porque los bienes raíces tienden a subir con el paso del tiempo (tienen plusvalía).
¿Qué tan cierta es esa idea de que el amor sale muy caro?
Podría salirte carísimo si no hablas lo que piensas
Si no se cuentan platican sobre sus aciertos y desacuerdos
Si no aprenden a escuchar las necesidades del otro
Si no se apoyan para que cada uno cumpla sus metas individualmente
Si no se fijan metas en conjunto
Si solo discuten por temas financieros
Si esperas que tu pareja haga todo por ti
Si no aceptan sus errores
Si su plan financiero no es equitativo
No quiero perderme de un gran amor pero tampoco quiero perder mi dinero por amor
Hablando se entiende la gente. Ojalá que pronto coincidas con tu media naranja financiera y si ya la tienes, cuídalo/a mucho. No dejen de tener acuerdos claros y disfruten el amor.