Las ventajas de esperar
Quién lo diría, pero retrasar un momento de satisfacción puede producir mayor placer.
La gratificación postergada (o aplazada) significa estar dispuesto a sacrificar ahora con la finalidad de obtener a futuro algo mejor. Según este concepto, el malestar que puede surgir de este sacrificio no se compara con la satisfacción que viene después de la espera, además nos enseña a controlar nuestros impulsos. Algunos ejemplos de cómo aplicar este concepto son dejar de salir a cenar los fines de semana para destinar ese dinero a comprar unas vacaciones (porque sí, claro que se vale ir de viaje), o dejar de acumular deudas en la tarjeta de crédito, para salir finalmente de deudas (aquí una guía para salir de deudas, o si no quieres leer, acá el podcast para salir de deudas). Así que piensa en tus metas a mediano y largo plazo, ¿qué gastos tendrías sacrificar ahora para poder lograrlas? Si la onda de sacrificar no te convence, tan sólo imagina lo mucho que ganarás a futuro, y si aún así estás escéptico, mira a estos niños pasar el “Marshmallow Test” (Prueba del Bombón), un famoso estudio psicológico realizado por la Universidad de Stanford a finales de los 60.
Oh, The Temptation from Steve Vanderheide on Vimeo.
Y unos niños no te convencen, tal vez Tom Hiddleston pueda hacerlo: