¡Llegó esa época del año! El momento en el que hacemos una lista larguísima de propósitos de Año Nuevo con toda la intención de cumplirlos… pero que a veces terminan en el mismo lugar que las chanclas: olvidados en el fondo del clóset.
Pero este año vamos a cambiar eso y matar dos pájaros de un tiro:
¡Cumplir propósitos y ahorrar dinero al mismo tiempo!
Primero lo primero: ¿Propósitos o metas?
Envato/PavelDanilyuk
Antes de arrancar, aclaremos algo: los propósitos son deseos. Son esas ideas generales que dices el 31 de diciembre mientras brindas con la familia:
"Voy a ahorrar", "Voy a comer más sano", "Voy a viajar más".
Por otro lado, las metas son planes concretos con un cómo y un cuándo.
Si los propósitos son el sueño, las metas son el mapa que te llevará a cumplirlos.
Ejemplo:
- Propósito: ""Quiero estar más saludable este año."
- Meta: "Voy a caminar 30 minutos al día, 5 días a la semana, durante 3 meses, para mejorar mi condición física y reducir el estrés."
Clave para crear metas:
La clave para que tus metas no se queden en sueños guajiros es hacerlas SMART:
- (S) Específicas: Define qué quieres lograr.
- (M) Medibles: Que puedas rastrear tu avance.
- (A) Alcanzables: Seamos realistas, no vas a ahorrar para un Ferrari en un año. 🏎️
- (R) Relevantes: Que tengan un impacto positivo en tu vida.
- (T) Con un límite de tiempo: Ponles una fecha para cumplirlas.
Por ejemplo, en lugar de decir “quiero ahorrar”, una meta SMART sería:
“Ahorrar 10,000 pesos en 12 meses guardando 1,000 pesos al mes en una cuenta de ahorro”.
Envato/maginnislaura
Esta metodología te da claridad, te permite medir tu progreso y te motiva porque sabes exactamente qué hacer, cuándo y cómo. ¡Es el mejor aliado para cumplir tus propósitos este año!
¿Cómo puedo cambiar mis propósitos por metas financieras?
Con esta aclaración entre meta y propósito, ahora sí, ¡vamos con las ideas!
Envato/sergign
1. "Quiero hacer ejercicio" → Hazlo, pero sin quebrarte
¿Quieres ponerte fit? Claro que sí, campeón, pero el gimnasio más caro no te asegura resultados.
¿Qué tal si comienzas con algo más realista?
Ejercítate en casa con YouTube, sal a correr al parque o inscríbete en una clase local económica.
Así evitas gastar en membresías que acabarán siendo donaciones carísimas a gimnasios que ni visitas.
2. Comer saludable no tiene que ser caro.
Aprende a cocinar en casa, hacer “meal prep”, y comprar frutas y verduras de temporada (puedes encontrar excelentes recomendaciones en YouTube y TikTok)
¡Di no a los jugos detox de 200 pesos!
Con lo que ahorres, puedes mejorar tu alimentación y en una de esas, hasta guardar algo para tu fondo de emergencias.
Dato curioso: Cocinar en casa puede llegar a ser hasta 5 veces más barato que pedir comida.
3. "Voy a ahorrar más" → Dale un hogar a tus ahorros
Si tu plan es ahorrar pero tu dinero "desaparece" mágicamente cada quincena, ¡es hora de poner orden!
Abre una cuenta separada para tus ahorros y programa transferencias automáticas y si lo puedes poner a invertir en algo como CETES ¡mucho mejor!
Empieza con el 10% de tu ingreso, o una cantidad fija y ajusta según puedas.
Tu yo del futuro te lo agradecerá.
4. "Quiero viajar más" → Planifica con tiempo
Si viajar está en tu lista de deseos, haz un plan financiero.
Establece un destino, calcula cuánto necesitas y empieza a ahorrar desde ahora.
¡Adiós a las deudas por viajes improvisados y bienvenidos nuevos destinos!
Pro tip: Usa apps que te alerten sobre vuelos baratos como Skyscanner o Google Flights y aprende a usar los puntos de tus tarjetas para boletos. Así, el viaje soñado no será un golpe a tu cartera.
5. "Quiero menos estrés" → Organiza tus finanzas
Nada genera más paz mental que saber exactamente en qué se te va el dinero.
Haz un presupuesto sencillo, identifica tus gastos hormiga (sí, ese café diario o el uber de todas las mañanas que se te hace tarde) y busca recortarlos.
¡Tu bolsillo y tu cerebro te lo agradecerán!
El truco final: Hazlo divertido y constante
Envato/stockerthings
No necesitas volverte el monje del ahorro ni renunciar a todo lo que te gusta.
El secreto está en la constancia.
Cada pequeña acción cuenta, y si unes tus metas personales con tus objetivos financieros, estarás construyendo un año nuevo lleno de logros y menos deudas.
Tu reto: Escribe tus propósitos financieros y ponlos donde puedas verlos todos los días. ¡Este es el año en que los cumples!
Y recuerda, como diría la tía de los memes:
"El dinero no compra la felicidad, pero ayuda a pagar la terapia."
¡Feliz Año Nuevo (financiero)!